CAPÍTULO 1
Yo estaba como de costumbre peleando con mi hermano pequeño, Juan. Entonces mis padres aparecieron de repente para decirnos que nos íbamos a Rolaino, un pueblo al que solemos ir en estas fechas.
A mi me pareció bien ir, porque no suponía que nada de lo que me pasó iba a pasar (lógico).
Al cabo de unos días marchamos hacia Rolaino. El viaje fue de hora y media, cuando llegamos, nos instalamos (mi familia y yo) en la casa que nos habían asignado. Era una de estas casas rurales de pueblo, muy espaciosa y con tres plantas, a mi y a Juan nos mandaron al tercer piso. La casa era a si porque, Rolaino era uno de estos pueblos que están en mitad de una montaña, en ninguna parte. Allí no hay Internet (una tortura por cierto) y la cobertura es nefasta. Al no haber ni Internet, ni cobertura y estando mi hermano dormido por el viaje, decidí irme a "explorar", (cosa que me divierte pero como había estado muchas mas veces en el pueblo no había nada nuevo. Decidí dar un par de vueltas.
Al cabo de unos días marchamos hacia Rolaino. El viaje fue de hora y media, cuando llegamos, nos instalamos (mi familia y yo) en la casa que nos habían asignado. Era una de estas casas rurales de pueblo, muy espaciosa y con tres plantas, a mi y a Juan nos mandaron al tercer piso. La casa era a si porque, Rolaino era uno de estos pueblos que están en mitad de una montaña, en ninguna parte. Allí no hay Internet (una tortura por cierto) y la cobertura es nefasta. Al no haber ni Internet, ni cobertura y estando mi hermano dormido por el viaje, decidí irme a "explorar", (cosa que me divierte pero como había estado muchas mas veces en el pueblo no había nada nuevo. Decidí dar un par de vueltas.
Al cabo de un rato de vueltas, y mas vueltas me di cuenta de un detalle, la puerta que da la una iglesia del pueblo estaba abierta, cosa que me extrañó porque en todos los años que llevo yendo, nunca había estado abierta. Decidí entrar a ver que era lo que la había abierto. Lo que vi, nada más entrar fue una mesa de una pata colocada al revés y encima una persona encapuchada. Iba vestido de negro con un cinturón rojo. Me escondí antes de que me viese,por precaución, como me parecía muy raro lo que hacía este tipo, aproveché que tenía la cámara y le hice un foto, pero con la emoción se me olvidó que, cuando la cámara hace fotos hace un ruido, y eso me delató. En cuanto sonó la cámara el encapuchado se percató de mi presencia y dio un salto dispuesto a cogerme en cuanto tocase el suelo, pero me percate se lo que se proponía a si que antes e cogerme me tire al suelo me cole debajo de sus piernas y salí corriendo por donde pude. Llegué corriendo a casa dispuesta meterme bajo la cama (parece de niños pequeños esto de esconderse, pero vive tu esta experiencia) y quedarme un largo rato.
Al cabo de diez minutos me aburrí de la cama y me asomé por la ventana, que mira a la iglesia. La puerta volvía a estar cerrada.
La historias estan muy bien =P
ResponderEliminarEsta muy bien, tendrias que poner otro cap mas
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